En los últimos años, el crecimiento y desarrollo de las grandes urbes ha sido considerable y los ciudadanos estamos más expuestos a los efectos contaminantes que supone la vida diaria en grandes ciudades.
Es por eso que oímos hablar cada vez más del diseño de ciudades inteligentes y verdes, las Green Cities que tendrán un papel relevante en liderar el camino hacia la protección de los recursos naturales y la prevención de gases contaminantes.
Los principales representantes de grandes ciudades europeas se han reunido en la cumbre Urban Green- Deal Makers para abrir un diálogo entre diferentes regiones de la Unión Europea y acelerar la transición hacia nuevos núcleos urbanos más saludables donde la movilidad es esencial para el cambio.
Una ciudad verde es una ciudad sostenible donde las energías renovables y la movilidad eléctrica deben ser claves en el desarrollo de su núcleo urbano. Es un modelo de ciudad que quiere impulsar nuevas energías y una arquitectura urbana ligada al diseño de edificios que aprovechen los recursos disponibles (sol, vegetación, lluvia, viento …) para disminuir el impacto ambiental.
La implantación del modelo Green City se basa en la capacidad de reutilizar los residuos, además de mantener zonas verdes y reducir el consumo de energía. Serán urbes autosuficientes y que encontrarán en la tecnología una herramienta de apoyo en su transformación digital hacia un crecimiento urbano más verde.
Nuevas formas de movilidad compartida y de bajas emisiones serán necesarias en los desplazamientos de los habitantes dentro de los núcleos urbanos verdes. La electromovilidad continuará formando parte del desarrollo de la movilidad sostenible y los puntos de recarga de motos y coches eléctricos serán cada vez más habituales de ver en las calles de las grandes ciudades.